El tiempo perfecto.

Cada día que se borra en el calendario, es una ventana abierta sin cristal, que observa al mar. Un vano cada vez más amplio y certero, que va ofreciendo una mejor vista de aquello. Una explicación a las retóricas y a las preguntas sin respuesta de la mente humana. Un antes del después y un…

3, 2, 1…

¿Tachán? Sí, podría decirse tachán. Llego para arrasar, para frenar el viento indomable. Me pilla esta escritura en un momento decisivo, determinante y de inflexión. Toda redundancia es poca. Me gusta escribir así, resulta fácil y fluido. La verdad tengo muchas cosas que contarte. Y van a empezar aquí…y ahora. Voy a hablarte de tú…