¿Tachán? Sí, podría decirse tachán.
Llego para arrasar, para frenar el viento indomable. Me pilla esta escritura en un momento decisivo, determinante y de inflexión. Toda redundancia es poca.
Me gusta escribir así, resulta fácil y fluido. La verdad tengo muchas cosas que contarte.
Y van a empezar aquí…y ahora. Voy a hablarte de tú a tú, porque lo que escribo es mi conciencia cargada de chispas. Es un sentimiento que me corroe. Y tengo que dejarlo expresarse al máximo. Tengo que darle libertad…
Creo que he estado varios años de mi vida, por no decir toda, desconociendo o conociendo mal el significado de esta palabra: L-I-B-E-R-T-A-D.
Pero ahora vengo para contar todo su contenido.
Te espero…o no.
Libérate. Libérate y espérame, porque también vengo a contar bastante luego de una vida.
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